Jueves, Abril 18, 2024
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Plutón, nunca te olvidaremos

Por Gustavo Orellana, astrofísico y científico del Instituto de Investigación Interdisciplinaria de la Universidad de Talca.

Durante mis años escolares, me enseñaron que el sistema solar tenía 9 planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Sin embargo, en la actualidad solo tenemos 8, porque este último dejó de ser parte de este selecto grupo de cuerpos celestes.

La historia de su descubrimiento comienza a finales del siglo XIX, cuando diversos estudios de la órbita de Neptuno, llevaron a los astrónomos a concluir que debería existir un noveno planeta más lejano. Luego, en 1894 Percival Lowell fundó un observatorio en Arizona, EE.UU, y en 1906 inició un programa de búsqueda de este noveno planeta. Si bien existen registros de la observación de Plutón desde 1909, su descubrimiento oficial fue el 18 de febrero de 1930, realizado por el joven astrónomo Clyde Tombaught, 14 años después de la muerte de Lowell.

A medida que más se aprendía de los planetas, Plutón mostraba ser un cuerpo difícil de clasificar, ya que siempre era la excepción cuando se hablaba de planetas exteriores, masivos o sobre los planos orbitales. Sin embargo, la razón de su reclasificación surgió como consecuencia del desarrollo de los telescopios, ya que cada vez se podían observar cuerpos más fríos y con menores tamaños aparentes.

Tanto los planetas como los asteroides y cometas prácticamente no generan luz propia, su detección es gracias a la débil luz que reflejan del Sol. Por lo tanto, estudiar los cuerpos más lejanos de nuestro propio sistema solar, es extremadamente difícil.

En ese contexto, Plutón es un planeta rocoso, con una masa de sólo el 0.2% en relación a la Tierra y un tamaño tan pequeño que cabría 155 veces dentro de nuestro planeta, incluso la Luna es tres veces más grande.

Plutón se encuentra alrededor de 39 veces más lejos del Sol de lo que se ubica la Tierra (5850 millones de kilómetros), en un lugar muy particular llamado el “Cinturón de Kuiper”, zona en donde se posicionan una gran cantidad de asteroides y cuerpos celestes de tamaños muy diversos.

Desde inicio de los 90, se han encontrado múltiples cuerpos en esa área, cuyas masas y tamaños son ligeramente menores a los de Plutón, como Quaoar, Sedna, Haumea. Hasta que en 2005 llegó el descubrimiento de Eris, un cuerpo con casi el mismo tamaño y masa de Plutón, que abrió el debate sobre si todos estos cuerpos mayores del cinturón, debían ser considerados planetas. Como consecuencia, pasaríamos de 8 a una cantidad indeterminada de cuerpos celestes llamados planetas en el sistema solar.

Por esta razón, el 24 de agosto de 2006, y durante la reunión anual de la Unión Astronómica Internacional, se definió oficialmente que un planeta es un cuerpo que: 1) orbita al Sol, 2) tiene suficiente masa para ser esférico, y 3) tiene una vecindad orbital limpia. Esta última condición es la que, no cumplen los cuerpos del cinturón de Kuiper y por tanto, no pueden ser denominados planetas. Además, se precisó que aquellos cuerpos que cumplieran solo las primeras dos condiciones, serían catalogados como planetas enanos.

Si bien la definición de planeta continúa teniendo oponentes en la comunidad astronómica hasta el día de hoy, Plutón es considerado parte del grupo de los planetas enanos, pero en el corazón de muchos seguirá siempre siendo un planeta.

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