Se trata de una práctica en la que los pobladores se desconectan de cualquier dispositivo que tenga acceso a internet.
Tras el estricto confinamiento vivido durante el auge de la actual pandemia por Covid 19, las personas volcaron su atención hacia las pantallas y cualquier distractor que los ayudara a atravesar el encierro.
En la aldea de Vadgaon, ubicada en el estado indio de Maharashtra, consideran el apego a las redes sociales y la internet en general, como una “adicción moderna” y, por ello es que a partir de las 19:00 horas, se activan las sirenas que indican que es momento de apagar los dispositivos, y así dedicar más tiempo a sus familias.
Un hora y media más tarde, la alarma vuelve a sonar pero para indicar que se puede retomar el uso de los instrumentos “adictivos”.
“Decidimos en la reunión de la aldea el 14 de agosto, la víspera del Día de la Independencia de la India, que necesitábamos detener esta adicción”, señaló Vijay Mohite, presidente del consejo de la aldea, para el medio BBC Hindi. Y agregó que la decisión está basada en que “La covid ha hecho que las personas prefieran las actividades en línea o el tiempo dedicado a las actividades en línea”.
Evidencia científica
La medida implementada por el pueblo hindú, tiene consecuencias positivas para el desarrollo de habilidades blandas en adolescentes y también para la socialización dentro de un mismo núcleo familiar. Un estudio de la Revista chilena de neuro-psiquiatría indica que existen dos variedades de adicción a internet: primaria y secundaria.
Las primarias consisten en la adicción computacional (juegos en línea excluyendo los de azar, como los juegos de rol, de acción o simulación); la sobrecarga de información (navegación por sitios informativos); y la adicción a las ciber relaciones (redes sociales).
Mientras que las secundarias son dos, una llamada “compulsiones en red” (juegos de azar, compras, mercado bursátil) y la otra “adicción cibersexual” (pornografía y sexo virtual).
“Entre las consecuencias médicas sugeridas en pacientes con adicción a internet, la más demostrada serían las derivadas de la privación de sueño. Sin embargo, existen otras líneas de investigación en curso. Como ejemplos podríamos mencionar un estudio que comparó distintas variables fisiológicas como la presión arterial entre adictos y no adictos a internet, concluyendo que en los primeros podría haber sobreactivación del sistema simpático y otro que propone una asociación entre adicción internet y un menor coeficiente intelectual en adolescentes, abriendo espacio para nuevas hipótesis” concluye el mismo estudio.
Si bien las consecuencias aún son motivo de estudio para la comunidad científica, resulta pertinente establecer límites en una sociedad hiperconectada.
