Irma Carrasco Tapia, directora Observatorio Laboral de Sence Región del Maule y Sebastián Fuentes Barraza: Analista de datos Observatorio Laboral de Sence Región del Maule.
La pandemia impactó a nivel mundial y nacional en la actividad económica, generándose una crisis en el empleo. En el caso chileno la tasa de participación femenina retrocedió en todo el país: decayó en un 8,2%, lo que significa un retroceso de casi una década. La recuperación de los empleos ha sido lenta y en algunos sectores con dificultades mayores. Una alternativa para acortar la brecha generada es pensar en la incorporación de la mujer en sectores eminentemente masculinizados.
El Observatorio Laboral de Sence Región del Maule, en conjunto con CORMA, realizó el año 2022 un estudio con el objetivo de identificar oportunidades laborales para mujeres en el sector forestal de nuestra región, el cual cuenta con una fuerza laboral mayoritariamente masculina. Los empresarios del sector señalaron que sí es posible la contratación de mujeres para faenas específicas del rubro, manifestando una disposición positiva para incorporar mujeres al sector, considerando algunas características que estas presentan: responsabilidad, orden y detalle en el desarrollo de las tareas.
Para los empleadores, estas cualidades positivas que presentarían las mujeres las convierten en buenas candidatas para desempeñarse en oficios relacionados con trabajos en maderas elaboradas, como clasificadoras de madera y empaquetadoras; y en puestos de operaciones en las que se requiere de cuidado frente al riesgo, como operadoras de grúas horquillas y operadoras de cargadores frontales. Así también, producto de la automatización, se requiere de menos esfuerzo físico para operar máquinas de aserrío y remanufactura, y por ello, pueden operar máquinas como cepilladoras, moldureras y de secado de madera.
Sin embargo, se produce una diferencia importante entre la disponibilidad para contratar mujeres en el sector y la contratación real de ellas, puesto que el estudio arrojó un 14,6% de participación de mujeres, quedando aún un margen de crecimiento para la participación en comparación con países como Canadá y Australia, que se acercan al 20%. Esto obedece a que existen, por ejemplo, factores culturales que afectan en la postulación de mujeres a estos sectores más masculinizados, como la costumbre de empleadores de contratar hombres; también, factores familiares, como la crianza y el cuidado de los hijos, y la falta de infraestructura para incorporar mujeres en el sector.
Por parte de algunas empresas está el desafío de aumentar el número de mujeres en faenas forestales, así también, la visión de Estado es promover una mayor incorporación de mujeres en el mercado laboral, por tanto, es importante que converjan estas intenciones en iniciativas que apoyen con efectividad la inserción laboral de mujeres, tales como subsidios de contratación, de apoyo a infraestructura (de baños, camerinos, salas cuna etc.) y especialmente de capacitación en los puestos de trabajo que las mujeres pueden desempeñar en el sector.
Romper prototipos, siempre ha sido difícil, sin embargo, hoy se abren caminos que permiten pensar en un aumento de las mujeres en el mercado laboral, y la preparación que pueden realizar a través de la capacitación permite que este proceso se acelere. Así, la importancia de capacitar para que asuman nuevos puestos se hace necesaria: se requieren licencias o certificaciones para operar, y cumplir con aquellos requerimientos es clave para tener una inserción laboral efectiva en el sector.
